¿Cuánto Más Pequeña es la Obra, Más Difícil es la Resolución de Disputas? El Paradójico Mundo de las Obras Menores
En el mundo de
la construcción, podría parecer que las obras de menor envergadura son más
sencillas de gestionar y resolver en caso de disputas. Sin embargo, nuestra
experiencia pericial muestra que, en muchos casos, las obras pequeñas presentan
desafíos únicos debido a la falta de datos fiables o de documentación
detallada. Esta paradoja demuestra que, en términos técnicos y de gestión,
"menos" no siempre significa "más fácil".
Obras Grandes: Más Datos, Más Complejidad
Las obras de
gran envergadura, como infraestructuras o desarrollos urbanísticos, suelen
contar con una mayor cantidad de recursos técnicos: levantamientos
topográficos, informes detallados y certificaciones que ayudan a supervisar el
desarrollo del proyecto. Estas herramientas permiten tener un marco técnico más
claro para resolver discrepancias.
Sin embargo, no
siempre es garantía de simplicidad. En estos casos, el desafío puede estar en
gestionar el gran volumen de datos disponibles o en la propia complejidad
técnica de la obra. Por ejemplo, grandes infraestructuras pueden involucrar
múltiples variables y actores, lo que puede complicar la resolución de
conflictos. Aun así, la disponibilidad de documentación facilita, en muchos
casos, la identificación y el análisis de problemas específicos.
Obras Pequeñas: Menos Datos, Más Desafíos
En el caso de
obras más pequeñas, como proyectos rurales o reformas locales, es común
encontrar menos documentación técnica y topográfica. Esto representa un desafío
diferente: la falta de datos fiables dificulta la tarea del perito, que debe
emplear metodologías avanzadas para reconstruir información inexistente o
incompleta.
Por ejemplo,
cuando no hay levantamientos topográficos originales, el análisis técnico debe
basarse en cálculos y suposiciones detalladas que exigen precisión. Este
esfuerzo adicional no solo alarga los tiempos de resolución, sino que también
incrementa el trabajo técnico necesario para obtener conclusiones confiables.
Conclusión: Menos a Veces es Más... Hasta que No lo Es
En el ámbito
pericial, tanto las obras grandes como las pequeñas presentan desafíos únicos
que exigen un análisis técnico exhaustivo. Las grandes obras, con su enorme
volumen de datos y múltiples actores, requieren una gestión precisa para
abordar la complejidad técnica y organizativa. Sin embargo, las pequeñas obras
en ocasionan plantean otro tipo de reto: la ausencia de datos fiables o
documentación previa que obliga a los peritos a reconstruir información desde
cero.
En estos casos,
paradójicamente, el esfuerzo técnico necesario puede ser desproporcionadamente
alto en comparación con la envergadura de la obra. Y, aunque el trabajo puede
ser técnicamente exigente, los honorarios no siempre reflejan esta complejidad,
generando una paradoja: más trabajo con un margen económico más ajustado.
Esta realidad
subraya que, en el mundo del peritaje, "menos" no siempre es
"más fácil", ni siempre permite "más". Cada obra, grande o
pequeña, presenta retos únicos que exigen precisión, experiencia y soluciones
metodológicas adaptadas para garantizar resultados justos y fiables.